Entendi-ENDO-nos


"Nada en la vida debe ser temido

Solamente comprendido

Ahora es el momento de comprender más

Para temer menos"

Marie Curie

Sabemos cómo estamos porque habitamos nuestro cuerpo a cada minuto. No podemos dejarlo ahí aparcado un rato (aunque nos gustaría a veces... ). Nos acompaña y además exterioriza y somatiza todo lo que nos pasa: los nervios o ansiedad que nos puede afectar al estómago, el cansancio que nos puede dar dolor muscular, el estrés que puede levantarnos dolor de cabeza, cuando nos bajan las defensas y nos acatarramos con facilidad... Ahí tenemos mucho que descubrir, observar y estudiar desde dentro ¿Quién mejor que nosotres sabe lo que nos ocurre? ¿Quién nos puede conocer mejor? La respuesta os la doy yo. Nadie. Nadie mejor que cada persona sabemos lo que nos ocurre así que tenemos que ser detectives sentipensantes.

Todo está conectado, no podemos ni debemos desconectarnos de nuestra propia sabiduría interior. Sabemos lo que nos sienta bien o mal y eso nos ayuda a sanar. Ese control sobre el cuerpo y sus procesos, verlo como un todo y no fragmentado es un gran paso en el autoconocimiento. Sabemos lo que necesitamos aunque, claro está, muchas veces necesitamos que haya profesionales que nos confirmen lo que nos ocurre.

Tenemos que escuchar y mimar mucho estos cuerpos serranos que habitamos. Con sus perfectas imperfecciones. Que no los sintamos raros, que nos liberemos de vergüenzas y tabúes, que rompamos con los estereotipos. Ser libres de sentirnos y vivirnos a nuestra manera. Con dignidad y orgullo. Porque nuestra vida es única y diferente a todas las demás.

Hoy llegó el momento de explicaros así de forma un poco más teórica qué es esto de la endometriosis, que me ocurre a mí y a muches. Para ello, hablaré primero del ciclo menstrual y hormonal para luego entender mejor la endometriosis.

El ciclo menstrual

Menstruamos cada mes dentro de un curioso proceso cíclico por influjo de hormonas y cambios corporales. La sangre que expulsamos, en realidad, son restos de endometrio. Me explico: el endometrio (sí, ese que tiene nombre de paisano, es la capa interna que recubre el útero). Es un tejido que, por el influjo hormonal segregado por los ovarios, se engrosa por acción de los estrógenos (unas hormonas) y se descama con la bajada de progesterona (otras hormonas) al final del ciclo. Esta descamación del endometrio es a lo que llamamos menstruación. Al terminar la regla, el endometrio vuelve a quedar fino. Eso ocurre mes a mes, ciclo tras ciclo.

Cada ciclo suele durar entre 24 y 32 días (más o menos dependiendo de cada persona) con un día fuerte con más cantidad y 2 o 3 días con cantidades menores y un último día de restillos. La sangre debe ser líquida y sin coágulos. Puede producir molestias (dismenorrea) las primeras 24 horas que suelen remitir con remedios naturales (bolsa de agua caliente, saco de semillas caliente...) o antiinflamatorios habituales. Estas molestias se deben a un exceso de prostaglandinas (sustancias similares a las hormonas que segrega el cuerpo) las cuales hacen que los músculos uterinos se contraigan y relajen, provocando calambres. Pero no debe doler intensamente y si el dolor no cesa con remedios o antiinflamatorios estaríamos hablando de dismenorrea secundaria y esta puede ser causada por algún desajuste: ovarios poliquísticos, endometriosis, miomas uterinos, infecciones... Cualquier  señal que aparezca fuera de los parámetros "normales" es un indicador de algún desequilibrio que hay que observar. Si es algo puntual no pasa nada, pero si persiste, cada mes, entonces hay que mirar de qué se trata.

Pero claro, también se ha llegado a normalizar tanto el dolor en nuestros procesos que nos cuesta identificarlo, nombrarlo y darle importancia... ¿Cómo voy a ir al médico por un dolor de regla? Pensaba yo. Incluso pensaba que me darían la vuelta... Pero no. Hay que seguir esa intuición, pues cualquier desarmonía en nuestros cuerpos hay que vigilarla, consultar con el personal médico y hacer un seguimiento. Que nos escuchen y atiendan nuestras demandas. No es cuestión de ser alarmistas pero tampoco descuidarnos.

El ciclo menstrual hace ciclar también todos los órganos y sistemas del cuerpo y sus alteraciones pueden ser indicadores del estado de salud, avisando de que algo no está bien en nuestro organismo, de que algo interno o externo ha roto nuestra armonía. Esa ciclicidad de pies a cabeza nos sirve también para reconocernos de otro modo, sabiendo lo que nos pide el cuerpo en cada fase, en cada etapa, escuchándolo y dejándonos fluir con todas las emociones, sensaciones y sentimientos que nos produce.

Para no alargarme más aquí, y si queréis seguir indagando en todo este mundo del menstruar y vivir cíclicamente os recomiendo leer a Lara Briden médica naturópata australiana que tiene un libro que es una joyita titulada Cómo mejorar tu ciclo menstrual y a Erika Irusta, pedagoga menstrual, creadora de la Comunidad Soy1soy4, autora de Yo Menstruo: un manifiesto y que también tiene un blog maravilloso que a mi me encanta leer:

https://www.elcaminorubi.com/el-blog/

Las hormonas

Nuestras hormonas actúan de forma alterna sobre los diferentes sistemas de cuerpo (sistema nervioso, inmunológico, cardiovascular...). Cuando hay un disbalance hormonal estrógenos-progestágenos en nuestras fases del ciclo menstrual, y no se produce esa alternancia, pueden generarse alteraciones en  otros sistemas.

Desde nuestro cerebro, concretamente desde la glándula pituitaria (hipófisis) y el hipotálamo, las gonadotropinas (hormona folículo estimulante y la hormona luteneizante) se encargan de coordinar la función ovárica y por tanto la producción de estrógenos y progestágenos. Así la comunicación cerebro-ovario tiene que ser fluida, ya que unas hormonas dan la señal a las otras. Curiosa la cosa.

En el endometrio actúan cíclicamente los estrógenos (especialmente el estradiol) durante la fase folicular y proliferativa (engrosándolo) y los progestágenos (principalmente la progesterona) durante la fase lutea y secretora. De hecho, la caída de progesterona al final del ciclo es lo que da lugar a la descamación del endometrio (aka menstruación).

Las células del endometrio se multiplican por acción de los estrógenos. Si tenemos exceso de estrógenos sobre progesterona, habrá mayor multiplicación de esas células y, por tanto, menstruaciones muy abundantes (metrorragias). En caso de un desorden hormonal como es el hiperestronismo (exceso de estrógenos durante más tiempo del debido) puede haber restrasos menstruales y síntomas como hinchazón, tensión mamaria, retención de líquidos...

Pero, ojo, podemos tener exceso de estrógenos por otros factores no biológicos como el estrés o factores medioambientales. Hay productos químicos que imitan las propiedades de los estrógenos (llamados xenoestrógenos) y actúan como disruptores endocrinos, alterando la armonía del ciclo menstrual, disminuyendo la producción de progesterona y provocando hiperestronismo. Hay que tener cuidado con esto.

La endometriosis

La endometriosis es una enfermedad (a mi me gusta más llamarla afección o padecimiento) "crónica" benigna, producida cuando el tejido del endometrio desborda la cavidad uterina y se extiende por el abdomen u otras zonas y órganos del cuerpo (trompas, ovarios, vejiga, recto, intestinos...pudiendo llegar hasta los pulmones aunque rara vez). causando dolores muy intensos, incapacitantes e inflamación interna (entre otras).

Las causas de la endometriosis siguen siendo un enigma desde la primera vez que se describió hace 150 años... y esto tiene que ver con la histórica invisibilización de nuestras dolencias y la falta de morbilidad diferencial en los estudios e investigaciones en salud. Lo que no se estudia, es como si no existiese y en esas estamos. Esperamos que no pasen otros 150 años para que obtengamos respuestas... Pero poco a poco se van haciendo las cosas mejor y sobre todo parece que hay más interés. Hay muchas personas y asociaciones reivindicando y presionando para que se nos estudie. No podemos seguir así. Aunque, arrojando un poco de luz, las últimas investigaciones relacionan el desarrollo de la endometriosis con el sistema inmunológico además del endocrino. Quizás haya que seguir por ahí a ver hacia dónde nos lleva.

La médica especialista en ginecología y obstetricia Miriam Al Adib Mendiri menciona que la endometriosis se produce por la suma de 3 factores: endometrio ectópico + estímulo hormonal + reacción inflamatoria. Veamos:

Al hablar de endometrio ectópico nos referimos a la presencia de tejido endometrial fuera de su sitio y esto suele producirse por una menstruación retrógrada (cuando la regla no solo es expulsada hacia la vagina si no que también pasa a través de los conductos de las trompas cayendo en otros lugares dentro del abdomen). Esto nos pasa a más del 75% de las menstruantes pero, normalmente, nuestro cuerpo reabsorbe esos tejidos sobrantes a través de nuestro sistema inmunológico. El problema es cuando tenemos una disfunción inmunológica y los tejidos no se limpian, si no que se quedan ahí fijados y producen una reacción inflamatoria.

Si a todo esto le añadimos mayor cantidad de estrógenos, la situación empeora ya que, como vimos antes, las hormonas se encargan de multiplicar las células tanto del endometrio normal como del ectópico. Además, los propios focos de endometriosis generan nuevo tejido (a esto se le llama angiogénesis) formando vasos sanguíneos nuevos de los que ya existen y produciendo más estrógenos aún. Por si fuera poco, estos tejidos aumentan de tamaño, llegando a formar quistes duros que se rompen y sangran; y este sangrado permanece en la cavidad pélvica produciendo fuertes dolores y favoreciendo que unos tejidos se peguen con otros causando adherencias. Así que podéis imaginaros el percal que tenemos  por ahí dentro...

En la endometriosis, el riesgo medioambiental es superior al genético (en mi caso, ya indagué y en mi familia no hay antecedentes familiares de endometriosis). Puede pasarse de generación en generación o podemos tenerla latente desde el nacimiento por el riesgo de exposición de nuestras madres a algunos disruptores endocrinos durante el embarazo. Aunque sólo la exposición a sustancias nocivas a lo largo de nuestra vida puede causarnos endometriosis en algún momento. La evidencia muestra un aumento de la incidencia y severidad de la endometriosis cuanto más elevada es la exposición del cuerpo a dioxinas. Distintos tipos de endometriosis pueden tener una causas ambientales diferentes. Como dice Carme Valls Llobet: "Lo que está claro es que medioambiente y endometriosis mantienen una relación tóxica! Los estrógenos son hormonas muy importantes de proliferación interna. Tenemos más de 15000 sustancias con este tipo de hormona en el medio ambiente, que vienen a través del agua, del aire, alimentos, cosmética, hidrocarburos, insecticidas, dioxinas, etc". 

Podemos indagar en nuestro linaje familiar respecto a este tema, podemos intentar buscar causas que pudieron originar nuestra endometriosis pero NO OS CULPÉIS ni culpéis a otres. No hagáis eso nunca. O intentad no hacerlo. De verdad. Yo lo hice, tenemos esta tendencia a cargar con la culpa (la gran culpa) buscar explicaciones, montarnos películas de terror en nuestra cabeza. Pero no se trata de eso, de hecho es totalmente contraproducente. Relax. Nos ha tocado, pero podemos intentar transformarlo, minimizar riesgos, cambiar hábitos para mejorar nuestra calidad de vida y reivindicar y exigir cambios a nivel medioambiental para no estar tan expuestas a sustancias contaminantes y dioxinas. No es cuestión de obsesionarse tampoco y salir de casa con mascarilla cual si esto fuera el coronavirus pero sí que hay cosas que se pueden hacer en torno a la alimentación y productos de higiene corporal y de limpieza del hogar, por ejemplo, entre otras.

Clasificación
  • Endometriosis ovárica (leve): los famosos "quistes de chocolate" de diferente tamaño y rellenos de líquido con aspecto achocolatado (endometriomas) fáciles de diagnosticar en una ecografía. Este es el tipo de endometriosis que yo tengo y gran suerte de que se detectaron tan fácil.
  • Endometriosis superficial: se extiende en la superficie de los tejidos a los que afecta generando adherencia (tejido cicatrizal) entre unos tejidos y otros. Por ejemplo, si están en el intestino pueden adherirse unas asas intestinales con otras.
  • Endometriosis profunda (severa): se implanta en nervios pélvicos, vejiga, recto, intestinos... generando una auténtica distorsión de la anatomía pélvica. La cirujía en estos casos es muy compleja  porque es muy difícil separar unos órganos de otros debido al tejido cicatrizal que los mantiene pegados.
Tanto la endometriosis superficial como la profunda pueden ser difíciles de diagnosticar al no detectarse fácilmente con ecografía. Una resonancia magnética sería más precisa en estos casos.

Síntomas

Son tan variables... dependen de cada persona y cada caso. Se puede sentir dolor pélvico intenso (dismenorrea), coito doloroso (dispaurenina), fatiga, dolencias intestinales, hinchazón, dolor o dificultad al orinar (disuria) y/o defecar (disquecia), náuseas, vómitos, esterilidad... Pero no hay que olvidar que algunas personas son asintomáticas. La "cantidad" de padecimiento no siempre se relaciona con la severidad de los síntomas ni con la fertilidad. Cada caso es un mundo y como tal ha de tratarse de manera individualizada y preferiblemente multidisciplinar donde no esté solamente la perspectiva ginecológica sino también fisioterapéutica, nutricional...

Si vamos al lado más emocional, la doctora Christiane Northrup dice que este padecimiento ocurre "cuando las necesidades emocionales de la mujer compiten con su funcionamiento en el mundo exterior" y añade que la endometriosis se llamó históricamente "la enfermedad de la mujer profesional". Y no le falta razón porque todo lo que el estudio y/o trabajo nos exige sumado al estrés, no le hace nada bien a nuestro proceso.

Tratamiento

A pesar de ser una afección tan frecuente, a día de hoy NO existe un tratamiento específico para la endometriosis. Esto viene de lejos. Como bien comenta Ana Cristina Rodriguez en su escrito "La endometriosis una enfermedad invisibilizada: "la endometriosis está íntimamente ligada a temas que son tabús como la menstruación, la infertilidad y problemas en las relaciones sexuales. Además es una patología exclusivamente femenina y por ello silenciada, minimizada, invisibilizada, infradiagnosticada y estigmatizada. Al no afectar a hombres apenas se destinan fondos para ella, siendo muy escasa la investigación pese a su elevada prevalencia, la importante repercusión en la salud de las afectadas y la ausencia de un tratamiento curativo".

Cada tratamiento es individualizado y puede ir desde el manejo expectante (no tratar y ver la evolución) hasta combinación de distintas terapias. Desde la medicina alopática el tratamiento actual tiene tres pilares:
  1. Analgesia: bolsa de agua caliente, saquito de semillas, antiinflamatorios...
  2. Tratamientos hormonales: buscan bloquear o reducir la producción de estrógenos en el cuerpo aunque no tienen efecto sobre las adherencias y tienen otros efectos secundarios 
  3. Cirugía: se intenta como última opción y en los casos más severos, el objetivo es eliminar o destruir los depósitos de endometriosis generalmente a través de la técnica de laparoscopia. Se pueden cortar o quemar con láser. En casos complejos es necesario un equipo multidisciplinar: ginecología, urología, cirugía genital...
A veces la solución propuesta es la gestación, porque altera el sistema hormonal pero también existen niveles de la enfermendad que alteran la fertilidad, por lo que la gestación no es una vía posible para todes ni ser una elección en sus vidas.

Pero, si nos vamos fuera de la medicina tradicional, hay alternativas que tratan nuestro cuerpo y sus procesos de manera más integral como la MTC (Medicina Tradicional China) a través de herramientras como la moxibustión y la acupuntura, pero dedicaré un capítulo a esto más adelante.

Consejos y autocuidados

- Tomar las riendas de nuestra salud, conocernos y mejorar nuestra calidad de vida.

- Mucha paciencia. Como ejercicio diario, pararnos a descansar, respirar, meditar...

- Evitar el estrés, pues genera cortisol el cual produce inflamación y cambios a nivel inmunológico, cardiovascular y metabólico.

- Ejercicio físico regular: practicar ejercicio parece ser que reduce los niveles de estrógenos además de ser un importante antioxidante y, por tanto, antiinflamatorio.

- Evitar el alcohol, las bebidas con gas y la cafeína ya que, a parte de elevar los niveles de estrógenos, son inflamatorios. Además el hígado desactiva los estrógenos así que si lo mantenemos libre de estas sustancias, le ayudaremos a desintoxicar.

- Modifica tu dieta y alimentación. Por supuesto evitar ultraprocesados y comer lo mas ecológico posible (ya que los alimentos tienen una importante exposición a dioxinas). Incluir omega 3 en la dieta (semillas de lino, nueces, salmón...), moderar el consumo de grasas animales y comer cantidades más altas de cereales, frutas y verduras (en caso de dudar sobre su origen, mejor pelarlas ya que en la piel se acumulan la mayoría de pesticidas). Buscar alimentos y especias que ayudan a equilibrar los niveles hormonales (por ejemplo, las uvas son antiinflamatorias y antiestrogénicas, o la cúrcuma ayuda a reducir el tamaño y actividad de las lesiones de endometriosis). De todo esto ya me explayaré otro día... Que la alimentación necesita un capítulo a parte.

- Elige productos ecológicos tanto para la piel y cosmética como para la limpieza del hogar (detergentes de lavadora y friegaplatos, etc) ya que muchos de ellos tienen componentes tóxicos que actúan como xenoestrógenos favoreciendo hiperestronismo.

- Evita botellas, tuppers, latas y envasados de plástico ya que contienen Bisfenol-A (BPA) un fuerte disruptor endocrino.

Creo que para abordar la endometriosis lo mejor es enfocarlo desde un modelo biopsicosocial, participativo de la salud donde se tengan en cuenta los factores químico-biológicos como factores culturales, sociales, psicológicos ya que desempeñan un papel significativo de la actividad humana en el contexto de una enfermedad. Hay una clara diferencia entre "estar" enfermas y "ser" enfermas en este mundo. De nosotras depende también sentirnos de una u otra manera.

Espero haber arrojado un poco de luz sobre la enfermedad y haber resuelto dudas. La verdad que leí un montón sobre el tema y para escribir esto me he ayudado de la siguiente bibliografía:
  • Carme Valls Llobet (2009): Mujeres, salud y poder. Ediciones Cátedra.
  • VVAA (2019) Hablamos de nuestra salud. Cuadernos feministas. AFA.
  • Miriam Al Adib Mendiri (2019): Entender la endometriosis
  • Lara Briden - Cómo  mejorar tu ciclo menstrual
  • Erika Irusta - Yo menstrúo: un manifiesto
  • Christiane Northrup - Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer
  • Guía de Atención a Mujeres con Endometriosis SNS:
  • https://www.mscbs.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/pdf/equidad/ENDOMETRIOSIS.pdf
Y mientras tanto escuchaba a Mercedes Sosa... Para la muestra, un botón:


Hasta la próxima 

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